VIVENCIAS DE UN INFANTE DE MARINA
REGIMIENTO GUARDIA DE HONOR, CASA MILITAR Y 4 FEB1992
CAPITULO 2 4 de
Febrero de 1992 Golpe de Estado
En julio de
1991, siendo Capitán de Navío, fui
transferido al Regimiento Guardia de Honor como segundo Comandante. Era un
compromiso muy serio porque esa unidad elite tiene el compromiso de dar la
seguridad al Sr Presidente de la Republica y sus familiares inmediatos.
Le recibí el
cargo al CN Vidal Arturo Briceño Arguello quien fue el primer oficial naval en
ocupar ese cargo. Para el momento en que llego al REGIHONOR, ya había sido
transferido a la Armada.
Durante los
primeros seis meses no hubo eventos importantes que resaltar, la rutina era la
normal y todas las guardias, comisiones, tareas y eventos se cumplían de
acuerdo a la normativa establecida.
En el mes de
diciembre recibí un presente de la pareja presidencial, mi mayor sorpresa fue
ver que la tarjeta que acompañaba dicho obsequio se leía: Carlos Andrés Pérez,
Cecilia Matos y sus hijas. Esto me causó indignación y coraje porque yo sabía
que en La Casona habitaba la Sra. Blanca de Pérez y yo no tenía por qué estar
involucrado en estos asuntos familiares del Presidente de la Republica.
Pasada esta
situación, continuamos con nuestro trabajo habitual

El 3 de
febrero de 1992 transcurrió como un día más, en la tarde se asignaron las
comisiones que brindarían custodia al Sr Presidente de la Republica a su
llegada de Davos, Suiza. A las 8 pm le informe al Comandante del Regimiento que
me retiraría a mi hogar.
A eso de las
11 y 15 pm recibí una llamada por el teléfono interministerial que debería de
presentarme al Regimiento por instrucciones del Jefe de la Casa Militar. Este
teléfono era instalado en las residencias de los Ministros, Comandantes de
Fuerza y altas autoridades de la Casa Militar. Nos daban una guía telefónica.
Ordene que el chofer y escolta de mi vehículo vinieran de inmediato a buscarme.
Yo había dejado mi vehículo particular en el regimiento. Mi señora me preparo
un café y juntos escuchamos unas sirenas que sonaban con insistencia hacia la
zona de La Carlota.
Viendo que
el chofer no llegaba, llame de nuevo y me dijeron que habían ordenado rol de
defensa inmediata y que no se sabía que pasaba. Se presumía que habían atacado
o disparado a La casona. Llame al Comandante de Regimiento y nadie atendía el
teléfono. Cuando llegaron el chofer y el escolta me dijeron que cuando venían
por la autopista, a la altura del CCCT, había militares que estaban desviando
el tránsito hacia Altamira, motivo por el cual tuvieron que desviarse a la Cota
Mil y eso fue lo que les retardo. No supieron explicarme que pasaba en el
regimiento.
Viendo que
la autopista estaba cerrada, le ordene que tomara la Avenida Rio de Janeiro y
en el puente Veracruz empalmamos con la autopista del Este. Tomamos la Av. Bolívar,
pasamos por debajo de la Torres del Centro Simón Bolívar y seguimos hacia
Puente Republica. Me llamo la atención ver que todo el Palacio de Miraflores y
sus alrededores estaban completamente oscuros. No observe los guardias de
honor. Cuando cruce hacia el Palacio vi a mano izquierda tres tanques
blindados. Seguimos y a unos 50 metros veo tres tanquetas, cada una atravesada
a la entrada del Palacio de Miraflores, Palacio Blanco y Regimiento Guardia de
Honor.
Tremenda
sorpresa, pensé: esto es un golpe de estado. Inmediatamente un grupo de
soldados paracaidistas nos apuntaron con sus fusiles y nos preguntaron que
hacia dónde íbamos. Los GH estaban de civil y yo en mono deportivo, nos
ordenaron devolvernos y cumplimos la orden. Tomamos ruta hacia el Silencio y me
pregunte: Que hago? Lo único que me vino a la mente fue presentarme a la
Comandancia General de la Armada, informarles lo que sucedía y pedir apoyo.
Cuando
llegamos, la CGA estaba completamente oscura y rodeada por soldados
paracaidistas. Bordeamos hacia Clínica Caracas para ver si podíamos dirigirnos
hacia la Cota Mil pero estaba bloqueado. Seguimos hacia San Bernandino y
buscamos ruta hacia la autopista Cota Mil para ir hacia mi casa.
Al llegar empecé
a efectuar llamadas por el teléfono ministerial y nadie atendía los teléfonos.
Como a la 1 am logre comunicarme con la ayudantía del regimiento y el
Comandante me ordeno que estableciera puesto de Comando alterno, que todos los
oficiales se comunicarían conmigo para recibir instrucciones y nos informarían
cuando deberíamos presentarnos a la unidad. El Coronel Marín Gómez logro
ingresar al regimiento como a las 11 y 45 pm.
A eso de la
2 am logre comunicarme por el teléfono ministerial y hable con el Comandante de
Logística CA Díaz Tarazón y me informo que había en marcha un intento de golpe
de estado y que la mayoría del alto mando naval se encontraban en la casa del
Comandante General.
A eso de las
2 y 15 am recibí llamada de un mayor GN quien me informaba que el expresidente Arístides
de Haití, quien había sido depuesto y se encontraba alojado en la residencia
presidencial de La Viñeta, en Los Próceres, estaba muy asustado y me pedía
permiso para llevarlo a la EFOFAC. Le dije que negativo, que no sabíamos si la
GN estaba o no involucrada en el golpe de estado. Le ordene que trasladara al
expresidente a mi casa si no recibía alguna contraorden y dudaba que hacer.
A las 3 am recibí
llamada del comando del regimiento donde me ordenaban presentarme a la unidad e
informar a los oficiales que se habían reportado para que hicieran lo mismo.
Ante el
miedo que sentían el chofer y el escolta, decidí manejar el carro, tome la autopista
Francisco Fajardo y a la altura de La Carlota, desde el aeropuerto nos
dispararon a los carros y autobuses que por allí transitábamos. Fue un momento
de mucha tensión.
Al llegar al
palacio de Miraflores observe que no estaban los tanques y en su lugar había
tres vehículos antimotines. Un guardia de honor me identifico y nos cedió el
paso.
Dentro del
regimiento se encontraban rendidos 92 soldados paracaidistas con sus tres
oficiales al mando del Cap.(Ej.) Ronald Blanco La Cruz a quien conocía porque
había navegado en el primer crucero de instrucción del Buque Escuela Simón Bolívar.
Se les dio
un trato humano, desayunaron y se les envió detenidos a Fuerte Tiuna.
Una de las
grandes fallas que se había observado era que la unidad no había practicado el
rol de defensa. Se conocía pero por expresas instrucciones del Presidente de la
Republica no quería movimientos de tropa ni soldados que alteraran o asustaran
al personal civil que laboraba en el Palacio. Sobre la marcha tuvimos que
efectuar las prácticas y por momentos hubo muchas alertas de contragolpes que
nos tenían en una constante zozobra.
Se iniciaron
las investigaciones y cuál es mi sorpresa cuando me informan que según el libro
de visitantes, Hugo Chávez Frías me había visitado en el mes de noviembre de
1991. Agarre un gran disgusto y le pregunte al sub oficial que montaba guardia
de portalón ese día que como era eso de que yo había recibido esa visita.
Resulta que dos compañeros de Chávez quienes estaban destacados en el
Regimiento lo acompañaron y le informaron al guardia de portalón que me venía a
visitar. Es cierto y recordé que hacía tres meses que esos dos compañeros
habían llevado a un TCnel pero ni siquiera lo hice pasar a mi oficina, le hable
en el pasillo, lo salude y me retire a conversar con el comandante del
regimiento. Estos dos compañeros de Chávez estaban involucrados en el golpe y
razón tenía el Jefe de la CASAMIL en sacarlos a todos porque esa promoción
estaba en el golpe.
Semanas
después supe por un teniente del ejército, que esa visita era para contactarme
y ver si podía unirme a la primera intentona que se supone iban a realizar el
10 de diciembre, día de la Fuerza Aérea. Esto último lo considere un rumor sin
fundamento porque yo no conocía a Chávez y si me hubiera propuesto algo
indebido, la historia hubiera cambiado porque saldría preso de mi oficina.
Días después
todo era un hervidero en el Regimiento y en la Casa Militar. Se sospechaba de
todo el mundo, en especial de algunos oficiales del Ejército del arma de Artillería.
Ya se sabía que el día 3 de febrero, cuando llegaba el Presidente de la
Republica del exterior, un capitán del ejército se presentó al Director de la
Academia Militar, su suegro, informando que esa noche habría un golpe de
estado, que detendrían al Presidente en el aeropuerto o en el túnel de la
autopista Caracas La Guaira. Esta información llego al Comando del Ejército, a
MINDEFENSA y hasta la Casa Militar. De haber sabido que esta información estaba
al conocimiento de tantas autoridades, lo lógico hubiese sido ordenar
acuartelamiento general. Por eso el Jefe de la Casa Militar estaba muy molesto.
Algo se sabía, algo se rumoraba y nadie le informo que eso estaba sucediendo.
Ni siquiera cuando arribo al país con el Presidente. Eso generaba muchas sospechas.
Cuento esto porque lo viví. Hasta ahora me he limitado a escribir mi vivencia.
Para el 8 de
febrero fui citado a una reunión con el jefe de la CASAMIL. Asistíamos el Cmte.
del Regimiento, edecanes y escolta civil. El CA Carratu Molina nos informa que el
Presidente había ordenado que asistiría a un acto público en Guatire con motivo
al aniversario del nacimiento de Don Rómulo Betancourt. Sería el 12 de febrero
y el jefe de la seguridad seria YO. La perlita que me informan era que había un
grupo de seguridad que había llegado de un país X y nadie sabía quiénes eran. Imagínese
usted amigo lector. Tremenda responsabilidad.


Bueno, le
reclame al Comandante del Regimiento que él debía de haber sido designado a esa comisión pero entendí que el Jefe
Casamil quería gente de la Armada para cumplir esta actividad. Me lleve a casi
todo el regimiento porque me dije que no iba a comandar ni un pelotón, ni una
compañía, ni un batallón. Que si querían al segundo comandante del regimiento,
pues me llevaría al regimiento en pleno. Había soldados por doquier. Todo transcurrió
sin novedad y para los navales que conocemos al CA Carratu sabemos que es
persona de poco hablar pero cuando se embarcó en el helicóptero, junto al
Presidente, me llamo por radio y solamente me dijo: BZ. Eso para los marinos es:
Felicitaciones y viniendo de el, era un gran reconocimiento.
La rutina
siguió sin novedad y para el mes de julio ocurrieron los cambios de comando en
Casa Militar y el Regimiento. El Presidente de la Republica nos brindó una cena
y el primer mandatario no sabía quién era yo. Una muestra de que cuando se
cumple con el deber uno no tiene que andar buscando reconocimientos de los
Jefes. Yo cuide de su seguridad pero el Presidente no sabía quién se la
brindaba y no tenía por qué saberlo.
MISION
CUMPLIDA.
Mi sexta entrega va dirigida a mis experiencias vividas durante el fatidico dia 4 de febrero de 1992 y dias subsiguientes.
ResponderEliminarciertamente, mision bien cumplida, BRAVO ZULU, POR AQUELLO Y POR ESTO...sigue...
ResponderEliminarY así de a poco va uno uniendo Cabos, para buscar las verdades no dichas y mucho menos escritas de acontecimientos de los cuales como en su caso le tocó vivir, vaya mi felicitación y mi bienvenida a la aventura literaria, BZ mi Almirante
ResponderEliminarExiste tanto que escribir de lo acontecido ese dia... Por cierto Mi Almirante, yo cada vez que veo al Almirante Molero Bellavia lo recuerdo aun contandonos a nosotros sus subalternos de la epoca y muy efusivamente que el estuvo en Casa Militar, mostrando su Gran Orgullo, proezas y riesgos presuntamente realizados por el en haras de preservar la integridad de CAP. Todo los lugares y posiciones al detalle donde abrio fuego y hasta presumiendo haber abatido a Paracaidistas golpistas. Conoce Ud algo de esto ? Estuvo Molero bajo su mando ? Le comento esto por que me llama mucho la atencion esa historia de el y luego lo que contemporaneamente ha sucedido. Saludos
ResponderEliminarNo se porque me respuesta a esta opinion no aparece. Yo dije que si habia estado bajo mi mando. Todos los oficiales que estuvieron ese dia actuaron segun las circunstancias que yo describi. No se si logro abatir paracaidistas. Por lo menos, no, que yo recuerde. Pero todos estuvimos de acuerdo y orgullosos del papel que nos correspondio cumplir y los dias subsiguientes.
EliminarBuenas tardes Mi capitan por aqui le escribe Edwin Guaiquirian su escolta de ese dia, lo recuerdo perfectamente y a Eduardo Millan el chofer, me es grato saludarle, y como usted lo relato ese dia que intentamos entrar al palacio y fue imposible porque habia una tanqueta en la entrada, ademas de la lluvia de balas, que como cosa de la vida el Maestro Guaicara reconocio el carro suyo y le aviso a los soldados que no dispararan porque era el carro del segundo comandante, bueno tremenda experiancia. Bueno espero que este bien un saludo a la sra Tibisay, jean Carlos, Jeanpier y Yasibith
ResponderEliminarUn abrazo y saludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLos diez minutos mas perdidos de mi vida leyendo las estupideces de otro militar de pacotilla, se preparan toda la vida para una guerra que jamas libraran, mil quinientas condecoraciones en el pecho y son todos una pila de ineptos, vergüenza debería darle publicar esta trama tan estúpida. Desde que llego al RGH esta poniendo la cagada cometiendo imprudencias y exponiendo las novatadas que pago, dice haber sido jefe de INTELIGENCIA del regimiento siendo incapaz de detectar a los infiltrados que convivían prácticamente a diario con él , incapaz de detectar la presencia de HRCF en las instalaciones, lo que faltó fue que este ingresara al despacho del presidente y lo matara allí mismo, posteriormente termina contando que el 4F culmino su travesía en su casa ante la tensión reinante en la ciudad y aparece horas después en el regimiento cuando ya los insurrectos están neutralizados, dime cuales fueron tus logros? imbéciles todos, definitivamente ser jefe para no serlo es el colmo de la miseria estos tipos sirven solo para pulir botas, planchar los uniformes, llevarle las empanadas a los comandantes de unidad y gritar oído en el patio, que cagada, realmente podrán impresionar a otros, bolas le pusimos los funcionarios que realmente combatimos en la casona donde resultaron muertos muchos de nuestros compañeros, los que posteriormente perdimos años de labor tratando de socavar las acciones del MB200 y evitar en vano que tomaran el poder y los que hoy estamos exiliados en Europa y todo el globo terráqueo, te puedo contar mas bien esas historias, así como la de muchos de ustedes que gritaban como locas el 4 o el el 27 y hoy por hoy son unos rastreros del régimen, Alessadrelo entre otros por solo nombrarte a uno, háblame de tus fabulas que yo si te hecho historias.
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