sábado, 4 de junio de 2016

27 DE NOVIEMBRE DE 1992. OTRO GOLPE DE ESTADO

VIVENCIAS DE UN INFANTE DE MARINA

27 DE NOVIEMBRE DE 1992. SEGUNDO GOLPE DE ESTADO. 

27 DE NOVIEMBRE DE 1992. SEGUNDO GOLPE DE ESTADO

Para finales de julio de 1992, ya estaba próximo mi cambio de comando del Regimiento de la Guardia de Honor. Ya habíamos vivido el golpe de estado del 4 de febrero y una mañana recibí una llamada del Comandante de la Infantería de Marina (COMIM). Me informaba que pensaba proponerme para el cargo de Comandante del Comando Fluvial Ribereño Juan Risques Irribarren en Puerto Ayacucho, Estado Amazonas. Después de algunas preguntas de rigor y sobre otros cargos disponibles, le manifesté que lo llamaría en media hora. No voy a negar que soy de los que he pensado, que hay ciertos cargos en la frontera donde se había creado la imagen que para alla iban oficiales problemáticos o a quienes no se les encontraba cargos en la organización. Viniendo de la Casa Militar pues tenía todas las razones del mundo para así pensarlo.

Pues bien, hice una sola llamada. Llame a mi señora y le dije, me están ofreciendo el cargo de Comandante Fluvial Ribereño en Puerto Ayacucho, que piensas?, Nos vamos? Mis hijos estaban almorzando y escuche cuando ella les pregunto: Quieren que nos vayamos a vivir cerca del Rio Orinoco? Y ellos gritaron: SIIIIIIIII. Y le repregunte y tú que piensas? Me dijo: Dale.
Pues bien, llame al COMIM y le dije que aceptaba el cargo. Yo sabía que podía hablar con el Jefe de la Casa Militar y buscar otro cargo pero sentí que esa experiencia sería interesante para mi carrera.

A comienzos de Agosto de 1992 me presente a Puerto Ayacucho a recibirle el cargo al recién ascendido CA EDDY RAMIREZ POVEDA. Buen augurio, estaba en frontera y ascendió a Almirante. Entonces no es tan mala la cosa, me dije.

Ya instalado en mi cargo hice la evaluación del área de jurisdicción de ese Comando. Comprendía todo el estado Amazonas con puestos fluviales en San Carlos de Rio Negro, San Fernando de Atabapo y Puerto Ayacucho. También lo integraban en el estado Apure los puestos fluviales: Cararabo y Puerto Paez en el rio Meta y en el rio Arauca: El Amparo y Puesto Naval Rio Arauca Internacional (PNRAI) cuyo trabajo más importante era apoyar a las dragas que ejecutaban los trabajos que impedían que dicho rio se saliera de su cauce por la fuga de Bayonero y penetrara en Colombia.

Todos esos puestos que enumere estaban a orillas de los ríos Orinoco, Negro, Arauca y Meta, fronterizos con Colombia.

Un área muy extensa con muchas limitaciones para poder supervisarla y con el problema de la guerrilla de la FARC, el narcotráfico, el abigeato, el contrabando y demás problemas.

A mi orden tenía dos batallones Fluviales, uno en puerto Ayacucho y otro en el Amparo.

Pues bien, de antemano sabía que la supervisión y control de las unidades del Estado Apure iba a ser muy difícil. Apoyo aéreo, mensaje, teléfono y radio eran los medios disponibles.

A los dos meses de ejercer mi comando se me presenta el oficial de logística para decirme que ya había pasado la temporada de lluvias y no había forma de llevar combustible al puesto de Cararabo, el cual siempre se llevaba en gabarra. Le pregunte, ahhhh y a dos meses de estar aquí tú me vas a decir que no tenemos como llevar combustible. Pues tomas un camión cisterna, dos jeeps y TU mismo llevas el combustible al puesto. Me informo que aún no estaban secos los terrenos adyacentes al rio y ordene que saliera. A los dos días me llama que estaba accidentado porque las ruedas de la cisterna se habían enterrado en el fango. Le envié otro oficial, con apoyo y lograron cumplir la meta. No puedo negar que tuve una gran preocupación porque la guerrilla operaba en la zona y a Dios gracias no ocurrió algo. Mi primera ingrata experiencia.

Las visitas de inspección a los puestos alejados las hacía con los aviones Casa de nuestra Aviación Naval. Verdaderos caballitos de batalla del aire sin los cuales sería muy difícil apoyar esos puestos. Les llevábamos la comida, insumos médicos, técnicos en refrigeración y electricidad, los sueldos y cualquier otra necesidad.

En una oportunidad recibimos la visita de inspección del Sub Inspector de las FF.AA.NN. CA GRUBER ODREMAN. Venía a realizar una encuesta sobre la situación en las Fuerzas Armadas antes los hechos ocurridos el 4 de febrero. Era un análisis sobre que pensaba la oficialidad al respecto. En otras oportunidades venia en forma particular a visitar amistades que tenía en la ciudad. Como gesto de cortesía, le facilitaba mi oficina y dormitorio para que se alojara. Allí tendría seguridad y mejores comodidades. Recordemos que Puerto Ayacucho queda frente a la población de Casuarito, Colombia y en esta merodeaban los guerrilleros y un secuestro a una autoridad de ese nivel sería un escándalo mayúsculo.

En octubre de 1992 se dio una de esas visitas. Para mi sorpresa, un día domingo mi conductor me lleva la prensa a mi casa y le pregunto que si había alguna novedad en el Comando. Me informa que el CA GRUBER ODREMAN estaba reunido con todos los oficiales y suboficiales del Comando. El comandante del batallón los había reunido en mi oficina a su solicitud.

Inmediatamente me cambie de ropa y me presente a mi unidad. Entre con cierta muestra de molestia y ante el saludo de rigor me quede escuchando de qué se hablaba. Luego el CA GRUBER O. me manifestó sus disculpas por no haberme informado sobre la reunión y en verdad, lo allí hablado no fue algo que pudiera hacerme pensar que algo grave ocurría. Estaba lejos de pensar que un mes después repetiría el calvario de vivir otro GOLPE DE ESTADO. Quien si no se salvó de una buena reprimenda fue el comandante de batallón por actuar sin solicitar el debido permiso. Hasta allí, las aguas volvieron a su cauce.

Un día, el fatídico 27 de noviembre, recibo una llamada desde Caracas a las 5 am de mi hermana Beatriz. Me dice muy alarmada: Ruben hay un golpe de estado, le digo, Beatriz tú me llamas a esta hora para preguntarme eso y me dice, no te lo pregunto, pon la televisión y cuando la enciendo me encuentro con los tres maleantes dirigidos por el de la camisita rosada dando su arenga por televisión.

Inmediatamente me uniforme y me dispuse salir para mi comando, antes llame al Comandante del Destacamento de la Guardia Nacional, mi amigo personal, y le dije, cámbiate de ropa, hay un golpe de estado, ve a tu unidad, ordena rol de defensa, acuartela a tu gente y solo nos comunicaremos tu y yo. No me mandes a ningún miembro de tu unidad porque les daremos plomo. Le dije: avisaremos de esto a la Brigada del Ejército cuando estemos listos y preparados en nuestras unidades. La Brigada del Ejército tenía varios oficiales que habían participado en los sucesos del 4 de febrero.

Cuando recibí la llamada del Comandante de la GN y estábamos listos en rol de defensa, llame a mi compañero Coronel Velásquez Rojas, Jefe del Estado Mayor de la Brigada, ya que el General Comandante de la Brigada se encontraba en reunión de Comandantes de Guarnición en el Ministerio de la Defensa, en Caracas.

Lo llame y le dije: compañero hay un golpe de estado en marcha, procede asumir el comando de tu unidad y verifica que los oficiales del 4 de febrero no te hayan tomado el Comando y estes preso. En 15 minutos me avisas si tienes el control, de lo contrario pensare que te tienen detenido. Le dije que el destacamento de la GN ya estaba en rol de defensa.

Al cabo de unos minutos me llamo y me dijo que los oficiales alzados el 4 de febrero no estaban en la unidad y no se sabía el paradero de ellos. Le dije: no me mandes oficiales de tu comando a mi unidad porque no los dejare pasar. Hablemos directamente nosotros. Así lo hicimos.

Empezamos a seguir los eventos por televisión y para mayor estupor veo a oficiales de la Armada como cabecillas del golpe. A eso del mediodía el Comandante del Destacamento de la GN me llama para decirme que el gobernador estaba desesperado y que quería hablar conmigo y con él. Le dije, conversemos, me cito a un sitio y cuando llegue les dije, que hacemos aquí, porque no estamos en la Gobernación y porque no se citó al Ejército. Les manifesté que no estaba de acuerdo con esa reunión, que el día de mañana se sabría y no podía aceptar que se pensara que habíamos sido desleales con ellos. Se suspendió y le dije al Gobernador que cuando el General, Comandante de la Guarnición llegara de Caracas esa tarde, le avisaríamos para reunirnos.

En la tarde fuimos avisados que unos pilotos de helicópteros Súper Puma del Ejercito venían huyendo y aterrizarían en Puerto Ayacucho, se tomó el aeropuerto y al aterrizar fueron detenidos. El Comando de la Guarnición solicito que los llevaran detenidos a mi Comando y me negué. Les dije que eran oficiales del Ejército y ellos deberían tomar el asunto en sus manos.

En la tarde reflexione sobre lo sucedido, de las implicaciones que podía tener el hecho que se supiera que el CA GRUBER se alojaba en mi comando y utilizaba mi teléfono. Inmediatamente recordé la reunión que había ocurrido en el mes octubre, reuní a todos los oficiales y suboficiales y les dije que si alguno estaba participando en ese golpe de estado, que hablara ahora mismo, repregunte sobre la reunión de octubre y todos manifestaron lealtad a la democracia. Acto seguido se retiraron y me quede con el Comandante de Batallón y le exigí que me dijera si él estaba metido en el complot, que si quería contar con mi apoyo me dijera la verdad. Me manifestó que el CA GRUBER O. le había hablado que había que hacer algo en las Fuerzas Armadas, que no se podía seguir en esa situación de corrupción y que me tanteara para ver si yo pensaba lo mismo, cosa que nunca hizo. Pienso que mi llegada sorpresiva a mi unidad, aquel día, hizo que las cosas no llegaran a mayores. Inmediatamente me dirigí al Comando de la Guarnición y puse al tanto de lo acontecido al General de Brigada.

Hasta aquí la narración de los acontecimientos del 27 de noviembre de 1992. No hubo detenidos en esa Guarnición.

Meses despues fui informado por el Comandante General de la Armada que seria enviado a efectuar el Curso de Defensa Continental en el Colegio de Defensa Interamericano en la ciudad de Washington, USA.

Comprobe, que no siempre, estar en la frontera es malo.


3 comentarios:

  1. Buenas tardes!! Felicitaciones por compartir esta experiencia. Con todo respeto si se puede complementar con fotos haría más gráfica la narrativa de lugares y personajes que ya son historia.

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    1. Lo hare a la brevedad posible. Gracias por leerme y por su sugerencia.

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  2. Interesante y muy importante conocer ciertos detalles de esos acontecimientos que marcaron lo que se lleva a cabo en la actualidad Nacional. El Gran Gruber fue un individuo con una carisma impresionante y por ende un estupendo manipulador cuestionadisimo por no decir otra cosa, tanto de la derecha y de la izquierda y por ahi anda campante. Cuál será la verdadera ideologia que castigue a los que meten la mano donde no deben. Realmente se los gozó a todos. Gracias por compartir sus experiencias.

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